El más allá

“Será una buena comida” dijo, pero pronto el alimento se le atoró en la garganta. Desesperado, agitó las extremidades pidiendo ayuda; ya era tarde. Sintió que se elevaba rápidamente hacia una misteriosa luz en lo alto. Y de súbito, llegó al lugar del que algunos que han vuelto del más allá contaban: Flotaba sobre un río transparente, y a lo lejos un hermoso prado coronaba la visión. “¿Estaré muerto?” se preguntó. Sus pulmones se llenaron de un aire puro como jamás había respirado… “Será una buena comida” exclamó el pescador, quitando el anzuelo y carnada de la garganta del pez.